sábado, 27 de noviembre de 2010

UN MISMO SILENCIO

Me descubrí pensándote en compañía.


me gusta.

Qué es lo que guarda mi casa?


Hablamos del poder del cuerpo y encuentro en mis pensamientos tu ira que resulta irrelevante al momento de vivir.
Impulsos de sentir, buscar y explorar el poder del cuerpo, poder que surge del conocimiento de uno mismo, días en que se alimenta de otros también.
Abro la boca, no como las mujeres de tus historias, abro la boca con ganas de probar el peligro de tu figura ruda, atormentada por lo que no reconoces en tus lecturas filosóficas.
Tengo que leer lo que escucho. Tengo las respuestas y esa energía diversa que me da tu cuerpo de animal sin cuento conocido. Me duelen los brazos, los hombros, la pierna derecha.
Mi figura en el espejo me hace pensar en tus ganas de acabarme con los dientes y mis ganas de reírme de tu actitud distante a la hora de mirarte al espejo conmigo cerca.

jueves, 25 de noviembre de 2010

Las cosas se dañan más si se guardan..

Me gusta tu balcón, me gusta el silencio de tu casa y el que me genera tu cuerpo conmigo.
Le pongo manos a los labios para poder consentirte la boca.
Te escucho atenta y dejo de temerme.
Mi lengua se antoja, se emociona y te prueba, le gustas, se queda.



martes, 23 de noviembre de 2010

A mi monstruo de lengua. El mismo.

Según confesiones recientes
me permito informarte
que la única variación de nuestra historia
se encuentra en el inicio de la fase
de mi duelo corporal.
No es una de mis reglas, pero no conozco las tuyas.

Aún siendo lo que tú... no te encontraría.

Un día me imaginé un monstruo conmigo, monstruo para tardes de buenos tiempos. Es mejor contar los secretos como son, sin inventos parciales, así no se corre peligro de palabras envenenadas por el viento. Hoy estuviste a mi lado, caminaste conmigo pero me viste cara de aire y no me sentiste, no me dejaste tomarte como a uno de mis monstruos (ahí está mi persistencia). Ya escribí una vez sobre ti, sobre las bondades de tus manos al construir héroes y zapatos en material destructible. Fue triste. Pensé que no hay una sola forma de mirarte y me resulta encantador la forma en que aún sin querer, aún en contra de mis palabras contigo sigues alimentándome, te saboreo en tus ganas de inexistencia y te beso, sin más pronostico que el de tu silencio.

sábado, 20 de noviembre de 2010

Da resultado compartir la cabeza con los monstruos....

Me gusta oírte decir mi nombre y la forma en que arqueas tu espalda al contacto con mis manos.
Tengo que resolver mis pensamientos al momento de guardar silencio. Podría estar rezando por el éxito en tus viajes, o solamente dibujando tu forma de mirar en mi cabeza, para consentirte en las noches en las que no me sientes.
Me sonrío de lo diferente que puede ser el sabor de los monstruos.
El tuyo por ejemplo tiene la particularidad de dejarme pensando en el color de mi lengua, no lo encuentro, no lo se, no es que tenga mucha importancia, porque cambia, se mueve, se antoja, se distrae, se entretiene y se pregunta por tu espalda.

Antojos de lengua sin color, eso es lo que dibujo en la ruta a casa.

Escritos y deseos pendientes

Según los escritos pendientes debo hablar del auto fantástico y su cara, sobre todo eso. Los mismos ojos de los niños enamorados de las historias de Dios y de las propias historias. Las intenciones cambiantes y el pecado del que hablamos. Pienso en más de una palabra para ello y en más de un nombre. Recuerdo las confesiones al cura y las que surgen ahora:


Besos quiero de mi boca a tu espalda, a tu cuello
y la parte baja de tu cabeza,
besos para rodearte el cuello, las piernas y el hueso de cadera.
Quiero morderte los hombros con ternura y con deseo,
enredarte las manos en el cuerpo y
deshacer tus preguntas con la punta de mis dedos.
Quiero mover mi lengua y dibujarte las formas
que tiene mi cabeza a la hora de pensar en ti. Enseñarte los paisajes
que construyo con las conclusiones falsas por mis escasas preguntas.
Quiero saborear la historia que guardo
y los recuerdos que tienen mi boca
después de probarte y sentirte ausente.
Quiero conocer tus sonidos y ver tu expresión
cuando te ponga la lengua en el oído y te cante mis deseos contigo.
A mi me interesa conocerte de cerca con los sentidos dispuestos,
encantados de haber leído que querías ser mi amante.
Por ahora y si se pudiera te besaría la frente
y deslizaría mi boca por tu boca hasta que quisieras conocerme de cerca. ... tendría que contarte una historia con mi cuerpo...
tendrías que recibirla y complementarla,
llenarla de colores, como los de mi lengua cuando te pienso.


Dices que recuerdas cuando escribías, yo culpo al tiempo
por dejarme reconocerte sin un pedazo.
Me quedo con los dedos deseantes de un lugar,
de un momento para la lengua llena de ideas sobre
cómo se entretienen los humanos cuando reconocen un amante sin haberlo tocado.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Ti es una buena palabra.

Escribo para ti, para tu voz seria y sin puntos suspensivos.

Me gusta verte en mi ventana y darte las buenas noches.


y hacerte parte de mis días, como tu dices.


Me unto la lengua de tu noche, es un buen ejercicio,
como los dibujos.


Cambios de estado en momentos de gloria

Circulan las palabras como las emociones
Me encuentro frente al espejo con la melancolía del día del mes.
Palabras frágiles y derretidas,
otras untadas de lenguas ausentes y expectantes
y otras que no alcanzan a llegar por la premura de quien las escribe.

He llegado a extrañar la luz intermitente del cuarto y sus nubes desechas, la mirada recurrente de animales de los cuentos, he llegado a extrañar la voz deseante en mi teléfono después de largo tiempo de ausencia de mi cuerpo en su habitación, las conversaciones con flores en la ventana, las preguntas sobre mis cambios de estado en momentos de gloria, la poesía escondida en el extranjero, la sensación de miedo en la esquina de mi casa y las tardes con mi amiga inexistente.
He llegado a extrañar la mujer del espejo el domingo después. La habitación del tótem y la banquita de alto ajuste. Las voces del coro, el maestro que tanto lee y el deseable maestro.
He llegado a extrañar la vida de antes, la de ahora que se va, he llegado a pensar que no hay que estar en armonía con los amantes. Siempre tendremos el truco de la almohada.





martes, 16 de noviembre de 2010

Nada

Hoy no quisiera verme, aburrimiento venidero de los días grises y los viajes largos sin expectativas de buenos vientos.

No quiero llantos infantiles ni risas, hoy quiero silencio en calma y tal vez gritos entre las cobijas (ya ni eso tengo, ni puedo tener).

Me duele el estomago, la cabeza, la rutina.

Quiero palabras amables, besos de buenas noches y abrazos de los hermanos.

Tengo ganas de disfrutar del llanto que no ven en las noches donde todo se mueve sin mí.

domingo, 14 de noviembre de 2010

Estoy deseándote


Estoy deseándote,
Me pierdo en las ideas sobre las palabras dispuestas a encontrarte
Me dibujo las imágenes de un cuerpo blanco y disponible a las manos de un monstruo.
Con la lengua repaso las historias de los niños enamorados y las pervierto.
Ya te lo dije, te quiero puro, sin combinaciones que afecten la cordura de la piel.

Me gusta pensar en las expectativas que creamos, te llamo después de la media noche, me llamas en la tarde a indagar sobre mis deseos, no los sabrás hasta que te los muestre.

Yo recuerdo tu Nombre y lo digo con voz firme, persigo las letras que lo componen como si me dieran recompensa por hallarlas.

Sabrás después de todo, que no son incoherencias lo que digo, estoy deseándote y la evidencia se encuentra en la punta de la lengua.

ES UNA GRAN AFIRMACIÓN SI HABLAMOS
DE LA CASA DE LA LENGUA SIN COLOR.



jueves, 11 de noviembre de 2010

Yo no se bien cómo son las cosas

últimamente las palabras se desbordan en mi cabeza, pero se entretejen hacia adentro, se deslizan por el cuerpo inundado de nada, de soledades infinitas que no resultan menos importantes que las de ella.

Es difícil saber cuando se cuenta con uno mismo para empezar a realizar tareas inmediatas de reconstrucción del guarda ideas de la habitación. Hay que replantear los principios básicos, organizar el tiempo, sacar espacios de la vida para construir historias con otros, hay que escribir cartas de amor y regalárselas a los monstruos compartidos con el mundo.
Quiero preguntarme por los duelos del cuerpo (construcción colectiva de la tarde de hoy), quiero preguntarme por la extrañeza de no caminar de gancho y dejar de usar mis palabras tradicionales.

Ayer me encontré despierta por el recuerdo del sueño del músico y pensé que tal vez deba ir al parque a morderle la boca y cantarle como Rubén mi trillada historia de las estrellas adornadas por el sonido del trombón.

Uno se entretiene por pedazos..

domingo, 7 de noviembre de 2010

viernes, 5 de noviembre de 2010

búscame

Me dibujo formas nuevas en la cabeza... y después de verte reflexiono sobre el color que toma mi lengua sin tener contacto contigo.

tiempo hay para almorzar y alimentarnos de las historias que temo contarte pero eventualmente saldrán de mi... (esto puede ser mentira)

me entretengo con la idea de los deseos resueltos