domingo, 17 de abril de 2011

Ningún otro.


Llevo días borrando lo que escribo, recuerdo las palabras de Esteban y lo imagino sonriendo por mis palabras no dichas. Mi hermana en mi cabeza el día entero, le envío mi amor y continuo la ruta. Este miedo que me envuelve el cuerpo se va volviendo mi amigo día tras día y empiezo a caminar de su mano, ya no me lleva. Le devuelvo la vida al cuerpo y retomo las primeras costumbres de mirarme al espejo después de la ducha. Limpio, ordeno, modifico patrones de conducta y me hago mía cada vez más. Hay un pedacito de mi que no comparto con nadie. Sonrió por los juegos de dominó en mi casa, los pasos por la ciudad, los amigos en casa, los extraños en las vías, los reencuentros y en los encuentros venideros, mi futuro es el minuto que viene, ningún otro.

jueves, 7 de abril de 2011

Monstruo de lengua y gatos para recordarlo

La ciudad está invadida de gatos....
Estuve pensando en ti, en la forma en que nos comunicamos por un tiempo, vi tus fotos, recordé tus largas manos, me detuve a recordar los dibujos de tu pared, los de tu cabeza, tu pelo despeinado y tu gran gato.

La vida nos puso cerca por un tiempo, ya estoy lejos pero me mantengo en tu balcón por momentos..

Me gusta pensar en la música que me diste y las buenas convesaciones acerca de la forma en la que nos hacemos humanos.
Te escribo para recordarte que aunque el cuerpo tiene su silencio, tu cabeza nuevas ocupaciones, la mía nuevos paisajes, me digo de forma repetida que sigues siendo mi monstruo de lengua, por bautizar las palabras que en este espacio crecen.

Te pasaría la lengua una vez más por tu hueso de cadera... SIEMPRE.