viernes, 24 de junio de 2011

La ley del menor esfuerzo.

Las motivaciones como juegos.

Evoco las poesías de Alejandra y entiendo cómo se duerme con los muertos en las noches frías.

Las emociones como volcanes sin fondo caliente y este invierno encima sediento de cobijas nuevas.

mis silencios repiten...


miércoles, 22 de junio de 2011

Mi espejo seguirá intacto.


No recibo respuesta de mis escritos, el patrón es el silencio, con miradas inocentes se incluyen en lo que yo llamo un discurso propio, casi inerte, casi sin sentido, no me hablan de mi, ni me saludan con besos en la boca los días tristes, me besan los impulsos.
Un monstruo liquido me teje palabras como sacos para el invierno, me habla con sabidurías que no comparto por ignorante y me quedo pensando en las formas que usamos para ser lo que somos. Me hace pensar en los antojos de cualquiera y mis ganas de invitarlo a dormir conmigo cuando esta feminidad me lo permita.
Monstruos de sofá que alimentan mi ego para terminarlo luego junto con mis deseos acumulados. La sutileza termina cuando recuerdo las excusas de mi animal de turno, el pechito, Ecopetrol decía, la pierna y la novia, las historias resultan ser las mismas después de todo, nos inventamos la misma respuesta y hacemos de las primeras veces la principal excusa, la noche me devuelve la fé y la espalda obtiene las consecuencias de seducir adolescentes. Yo tengo vivos recuerdos del monstruo de lengua, recuerdos que perpetúan mis instintos, le pregunto por el gato y pienso que probablemente no vuelva a verlo, me imagino mi lengua en los ojos y me quedo con lo no dicho, no hecho, no sentido (sin nostalgia alguna).

Silencio es lo que obtengo, me queda algo pendiente.

El gato no crecerá horizontalmente, el deseo nunca dejará de usar el objeto y mi espejo seguirá intacto.

miércoles, 15 de junio de 2011

Intento rehacer mis convicciones


Yo intento rehacer mis convicciones, ponerle nombre a la cosa, construir pensamientos positivos, deshacerme de los malos hábitos, pensar en grande mientras hago cosas pequeñas, intento concentrarme en lo que es realmente importante, fiarme de mis pensamientos recurrentes desligados del cuerpo. Intento no planear historias con los dedos entrelazados y la cabeza hacia atrás. Anulo las imágenes de mi almohada y sonrío por mi compañero de habitación, bendigo sus regalos a mi vida, disfruto volver a consentirle el cabello al vecino y amo profundamente los martes en familia. Me conmuevo con las historias de habitaciones vecinas y vivo uno a uno mis días en la ciudad. Me baño durante horas para limpiarme las tristezas después de haberlas disfrutado entre mis cobijas el día entero. Invoco a los monstruos del pasado con cada palabra que escribo mal en los textos e intento recuperar mis fases de sueño profundo. Rehago mis convicciones una vez más. Tengo malos días, días buenos, días maravillosos, pienso en María y sus nuevas historias, la filosofía Zen y la nueva sonrisa de Catica. Esta soledad tan diferente a la de otro tiempo me confronta con mi imagen en el gigante espejo del armario de mi habitación, aún consigo admirarme con sinceridad, (me tranquiliza) aunque en las fotos parezca borroso. Los mensajes de mi teléfono, mi pared y mi ventana confirman mis deseos que ser como el viento, (lo que sea que eso signifique).




lunes, 13 de junio de 2011

Abierta

  • Me río de mis patéticas conductas, despido dramáticamente a los amantes y me obsesiono con el sonido del ascensor después de superar mis temores a la perdida de control.
  • De a poco me repongo de mis males y me escribo en la piel las palabras urgentes.


Solo son dos puntos pero parecen suspensivos. (no me gusta)


viernes, 10 de junio de 2011

Un Vaso de Agua con Hielo

Sería más sencillo si las mujeres de los monstruos trajéramos un manual debajo del brazo, si mis deseos vinieran clasificados por capítulos y las historias del cuerpo fueran cuentos dibujados por manos de artistas que ya han reconocido el paisaje.

Pero no, los lugares de mi cuerpo no resultan familiares a cualquier transeúnte, los buenos rincones del paisaje se buscan, se hacen propios como los deseos y se mantienen vigentes por acción de un buen observador. No me bastan las noches con texto predictivo.

Lo sabes, somos un pedazo de vida en mi habitación, y como tarde de domingo nos recostamos sobre las ideas que tenemos el uno del otro (casi ninguna) y despertamos sabiendo que los lunes son de otro. ¿Que sí te uso? ven y suéltame el cabello, obliga al compañero a dormir en el sofá y mójame la boca con las historias que traes que no son pocas. Yo te voy a recompensar. ¿Me crees?




viernes, 3 de junio de 2011

La cama es mía.


No te rezo, te embrujo o te canto al oído, le hablo a los mapas de tu cuerpo y hago recorridos por mi deseo perpetuo.

Me detengo en tu voz y tu boca, tus particularidades con las lenguas..

con la mía.

Hablamos de cualquier cosa, nos usamos como lapices, como post it para mi pared: Tienes una lengua pegada a la piel, yo tengo un brazo.


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