Si es por darme gusto diría que existen aún esos ojos puestos en la palabra del día.
Hoy y como siempre, la lengua se deleita en el sabor de las historias, el registro se ha desdibujado en la materia viscosa y profunda que se combina con la mía en el beso compartido.
La lengua, se mueve al ritmo de la pantalla que muestra el rostro conocido y amoroso, mientras los ojos extraños se deleitan con la belleza de sus muñecas de porcelana.
Reviso mi ruta a ver si encuentro un cabello, un brazo, un gorila conocido en la ventana...
me detengo,
lo pienso de nuevo y volteo a mirar como niña consentida y melosa.. la misma que se pone pesada con el novio y le pide descaradamente que haga voz de nomo cuando quiere ser un ogro..
.
Tengo un sabor a música de pueblo en la boca,
también a uña de dedo meñique de mano izquierda.
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Gracias por darle un beso a mi ventana...