domingo, 17 de abril de 2011

Ningún otro.


Llevo días borrando lo que escribo, recuerdo las palabras de Esteban y lo imagino sonriendo por mis palabras no dichas. Mi hermana en mi cabeza el día entero, le envío mi amor y continuo la ruta. Este miedo que me envuelve el cuerpo se va volviendo mi amigo día tras día y empiezo a caminar de su mano, ya no me lleva. Le devuelvo la vida al cuerpo y retomo las primeras costumbres de mirarme al espejo después de la ducha. Limpio, ordeno, modifico patrones de conducta y me hago mía cada vez más. Hay un pedacito de mi que no comparto con nadie. Sonrió por los juegos de dominó en mi casa, los pasos por la ciudad, los amigos en casa, los extraños en las vías, los reencuentros y en los encuentros venideros, mi futuro es el minuto que viene, ningún otro.

1 comentario:

Gracias por darle un beso a mi ventana...