No hace falta volver al pasado, no hace falta contar las historias que ya se saben, es sencillo un pelito tan crespito y una bicicleta roja.
Nunca supe en que terminaba la historia de sus dibujos, conocí sus habilidades con las manos, con su cuerpo y su nariz, su boca y sus besos fríos. NO es cuestión de publicar algo que no tiene sentido en el presente, tiene forma de lamento, pero no es triste. Embarazo la vida del resto... la embarazo y ellos dan a luz o se unen con anillos o no se que. Le hago risas al viento de la mañana aunque mi nariz me reclame. Buenas las palabras en esta noche, las palabras que me dicen cuantos días han pasado desde aquel entonces en el que la plastilina era una historia feliz con otros dueños de manos extrañas.
Me gusta este aire de la noche.
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Gracias por darle un beso a mi ventana...