viernes, 30 de julio de 2010

¿Qué tiene que ver un balón con el amor?


Mas allá de no tener mucho que hacer, más cerca de sentirme loca y mas untada de afecto que en otro tiempo.

La sensación de su espalda caliente y sus dientes en mis dedos.

Probablemente la forma pulcra y perfecta de su escritura y el esfuerzo del niño por no dañar la hoja de las planas. Planas que me recuerdan mi desorden, mi ansiosa y esperanzada espera por el amor, y las buenas practicas de una boca entregada a su amante.


Hablamos cerca de los árboles (no acerca de ellos), nos decimos lo que vemos frente a la puerta de entrada de la casa, y trato de hacerle recordar los dibujos encerrados en su cabeza.

Amo la distancia de mis pensamientos y los suyos, amo la telaraña que me lleva a extrañarlo.

Le busco un nombre de animal tierno que se parezca más a mis dibujos mentales aterrorizados por el verde de los sapos de tiempos pasados.

No encuentro nombres.

Vuelvo al gusto por la voz, el gusto por el tiempo, el gusto por la piel, el gusto por el gusto.
Vuelvo al color de la lengua.

¿De que color es la lengua cuando se enamora? ESPEREN ¿La lengua se enamora?

Día de campo para los buenos amantes, para los buenos amores, espacio, VIENTO, saliva enferma, PASOS, viajes largos como estas tardes.

Bienvenidas las letras untadas de ti, de pan sin nada, de pan conmigo.

1 comentario:

  1. yyyy dime todo esto lo vez a travez de tu balcón....? : )

    Sebastián y Fujur

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Gracias por darle un beso a mi ventana...