Pero no, los lugares de mi cuerpo no resultan familiares a cualquier transeúnte, los buenos rincones del paisaje se buscan, se hacen propios como los deseos y se mantienen vigentes por acción de un buen observador. No me bastan las noches con texto predictivo.
Lo sabes, somos un pedazo de vida en mi habitación, y como tarde de domingo nos recostamos sobre las ideas que tenemos el uno del otro (casi ninguna) y despertamos sabiendo que los lunes son de otro. ¿Que sí te uso? ven y suéltame el cabello, obliga al compañero a dormir en el sofá y mójame la boca con las historias que traes que no son pocas. Yo te voy a recompensar. ¿Me crees?
Te creo?
ResponderEliminarPienso en las noches sin texto predictivo y el saber de tus rincones...
te creo?
No me gustan los lunes y prefiero los sábados a los domingos, aunque parezcan intensos, son melancólicos...
Te creo?
te creo....