miércoles, 9 de septiembre de 2009

espiral...no tan patológico


Me estuve imaginando un concierto, estabas tan alto que ni alcanzaba a ver como terminaba tu pelo en la mejor parte de tu cabeza.
Tuve que empezar a gritar, no porque no me oyeras, sino porque tenía que encontrar una forma de liberación.
Los ojos, empezaron a vigilar, las manos, no hay que hablar de las manos!!
yo estuve en un país de mentiras ese día, yo me vi envuelta en un aire muy particular, yo lo supe... y entonces los ojos negros del día siguiente me vigilaron, me buscaron como quien busca sabios en la tierra.

yo estaba esperando un tiempo... aún lo estoy.. debería tomar ese taxi, ese bus, bajarme en la placita, esperarte un día o dos o tres, hacer que me cantes que harías si muero y me hables de esos viejos de los que tanto hablabas y conocí en tu ausencia y te rías ahora conmigo y me expliques finalmente porqué me embriagué de afecto y vomité de soledad.


2 comentarios:

  1. al parecer ese quien desconocido, es una utopia, como las que solemos configurar los humanos, me imagino que esa es la esperanza. O eso fue lo que entendi
    ... jeje

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  2. Sigo leyendo y aunque quizas ya lo habia leido hoy leo con otros ojos ...

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Gracias por darle un beso a mi ventana...