domingo, 11 de abril de 2010

Embelesada con mis propios secretos


Un día te tuve, puse mis manos en tu piel y recuerdo perfectamente la sensación de tus cicatrices.
Hoy te vi, nos saludamos casi sin importarnos el uno al otro; empecé a pensar en las formas del destino y los grandes amores, la cabeza simplemente dispuesta a tu saludo, tan rutinario.

Sin duda creemos ser lo que fuimos en algún tiempo, pero no es real.

Me gusta como palpita mi corazón,tan pausado y rutinario como tu saludo, tan dispuesto a recordar tanto amor y tanto tiempo.
Y es que recuerdo exactamente el sabor del vino, mi silencio y la rayada canción de Pedro,
tu boca en mi boca, tu cuerpo en el mio y el nunca acabar de mis antojadas piernas.

Se acaba, se acabó sin empezar y no me pesa.

Disfruto mis memorias como diarios, como mis secretos compartidos y las no despedidas que intentaste darme.


5 comentarios:

  1. Y tú corazón palpita palpita palpita :)abrazo joha

    ResponderEliminar
  2. un recuerdo tras otro y dibujas las memorias de alguien tan ausente como la presencia y tan presente como la amnesia...
    no guardas el presedente de dar por sentado las cosas tan habituales y el respiro a boca cerrada por la despedida que no llega y el saludo tan frecuente como la elocuencia del escrito........

    ResponderEliminar
  3. Si que palpita muchachita, tu lo sabes. ;)

    A ti Esteban compañero de mis noches, te digo que te leo y te saboreo y te extraño.

    ResponderEliminar
  4. Evolucionamos y los sabores dulces de ayer hoy son salados, pero el regusto emocional sigue ligado a nuestro ser.
    Me gusta un besito.

    ResponderEliminar
  5. Y a veces disfrutamos más el registro.
    La memoria es nuestra, reproducimos o transformamos los hechos a nuestro antojo.
    Besito para ti mi querida cuarentañera.

    ResponderEliminar

Gracias por darle un beso a mi ventana...