martes, 6 de octubre de 2009

La respuesta


Podrían ser igual de ordenados a los suyos pero no tan explícitos. Y es que me cuesta escribir sobre mis bajos instintos, porque los altos están muy claros en esta noche y en las otras.

Mi mundo entre las piernas se quedará en el silencio de la tristeza del animal egocéntrico y la dicha de la pequeña que coqueta se mira al espejo y se cuenta las historias que le faltan.....
Disfruté leer al niño de una noche y de ninguna en particular,
me encantó su lengua en mi boca y ahora me encanta su lengua en mis ojos,
hace un paseo por la vida de otros, por la suya y la mia a la vez.
Decora con palabras inusuales el susurro de su inocencia pervertida por el tiempo y me enseña su deseo que ver más allá de lo evidente y me esparce una sustancia casi pegajosa y sucia que provoca en mí el mismo deseo.

LA VOZ SE ESTÁ COMIENDO MI OMBLIGO.

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