El espectador tiene buscando a Javier, yo tengo mis escritos: el niño de los poemas, los animales de la selva, el secreto de la bruja del bosque y otros mas.
De pronto un día me reclamen los dueños de las historias y las dueñas sonrían al entender el por qué de mis gritos.
Así como desciframos las palabras o fallecemos en el intento con una soga al cuello,
así como cuando inventamos lo que le sigue a la linea curva de los retorcidos pensamientos
así como los dibujos sin forma
la mirada de ese sujeto que encuentro deseable aun cuando no lo haya visto en años y su cuerpo ahora me parezca repugnante,
así la imagen,
así la inocente mujer que escribe de su inocente deseo.
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